Ya perdí la cuenta de cuantos blogs he creado y eliminado
con el mismo entusiasmo en los últimos años. Uno me hizo inexplicablemente
ganar un premio mientras otro me expuso como la enamorada más estúpida e
inocente de estos lares. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero me encuentro inevitablemente extrañando esas
confidencias con extraños que me llevaron a conocer a personas con quienes probablemente
en la vida real jamás me hubiera cruzado en un semáforo rojo. Estoy buscando
nuevas revelaciones. Ciento cuarenta caracteres no fueron suficientes después
de todo.
I’m back